Investigadores analizan bacteria que generó brote hospitalario en Costa Rica en 2009

 

Brote dejó 17 muertos en el Hospital San Juan de Dios. Se compararon toxinas y genomas de la cepa NAP1, conocida como una “una cepa hipervirulenta”.

San José, 8 de agosto de 2019. En el 2009 se produjo en Costa Rica un brote hospitalario que cobró la vida de al menos 17 personas en el Hospital San Juan de Dios. Se identificó una cepa endémica NAP1 de la bacteria Clostridium difficile, también llamada “cepa hipervirulenta¨, y de la cepa endémica descrita como NAPCR1 como las causantes de dicho brote.

Para estudiar porqué se produjo este brote y prevenir otras a futuro , un grupo de investigadores de Universidades Estatales recibió el apoyo del Consejo Nacional de Rectores (CONARE) para desarrollar el proyecto “Comparación toxinotípica y genómica del potencial patogénico de cepas endémicas y epidémicas de Clostridium difficile en hospitales costarricenses: hacia una diagnóstico más premonitorio de la clínica”.

 Como su nombre lo indica, el proyecto comparó las toxinas y genomas de cepas de la bacteria Clostridium difficile de hospitales costarricenses con diferentes grados de virulencia, a fin de identificar los marcadores de un potencial brote hospitalario tanto para las cepa epidémica como para la endémica.

Los investigadores también estudiaron aspectos acerca de la capacidad, el origen y la evolución de la enfermedad, así como las características genéticas en un brote de un hospital de Costa Rica con el objetivo de comprender mejor el pronóstico y cuadro clínico de un paciente con C. difficile.

Para un mejor entendimiento de la enfermedad, se utilizaron inicialmente modelos animales, específicamente ratones y hámsteres, para determinar el potencial pro-inflamatorio y la capacidad de generar enfermedad de las cepas NAP1 y NAPCR1.

Se observó que el genotipo NAP1 tiene una mayor capacidad de destrucción epitelial, inflamatoria e induce una mayor tasa de mortalidad. Las cepas endémicas NAPCR1 presentan una gran diversidad genómica en donde se pueden aportar factores de virulencia adicionales a las toxinas, lo cual aumenta el potencial patogénico observado para este genotipo. Por otro lado, los genomas de la cepa epidémico NAP1 son muy conservados y el potencial patogénico y virulento está asociado principalmente con las toxinas.

La información anterior sirve para una mejor descripción de los mecanismos de acción de las toxinas y del contexto genómico de las cepas más importantes en un brote hospitalario en Costa Rica.  Los resultados del proyecto de investigación, además, contribuyen a brindar mayor información para la toma de decisiones sobre el control de este patógeno y sobre el pronóstico clínico que pueden tener los pacientes infectados con estos genotipos.